26 Feb Febrero 2022: Emilio
Emilio Castro Murcia, más conocido como El OSO nacido en Málaga el 03 de marzo de 1958, en el barrio obrero de Carranque. Trabajador jubilado de la R.E.N.F.E. y que actualmente en nuestro Ranking es sin duda, unos de los históricos. Se le recuerdan partidos míticos en nuestra liga y casi siempre ha estado dentro los pines. Concretamente tiene seis pines, dos de oro, tres de plata y uno de bronce, que lo convierte en el segundo más laureado de la historia del club.
Casado con su amor Ana Mari y con dos hijos, Emilio Julio y Beatriz, y una nieta perruna que es la que lo mantiene en forma con las caminatas, Penny.
Bueno Emilio, ¿no te hicimos un video porque te ibas a retirar?
Me hicisteis un video muy entrañable, porque si, me iba a retirar. Estaba arrastrándome por la pista, ya no me divertía, y no quería que la gente dejara de divertirse por mi culpa. Así que decidí retirarme. Y ya ves recién jubilado con todo el tiempo para mi, para mis hobbies y me pasa eso. Complicado. Una movida familiar y mental, muy importante.
Pero aquí sigues, no ha podido contigo
-Risas- Pues gracias a la maldita pandemia, – no hay mal que por bien no venga-, y al Sr. Alejandro Espejo, traumatólogo con el que juego al pádel, que se inventó un tratamiento que me sacó del pozo. Eso si, con mucho esfuerzo. Ha sido tiempo, paciencia y esfuerzo.
¿Como fue tu infancia?, ¿a que jugabas?
Me crié con mi abuerlo en Carranque, en el seno de una familia ferroviaria. Luego nos dieron la casa en El Fuerte y nos fuimos la familia para allí. En el Fuerte teníamos unos patios grandísimos que nos permitían jugar todo el tiempo. Había partidos de fútbol mañana, tarde y noche. Nos enfrentábamos a los del otro patio. Máxima rivalidad. Risas… Ahí empezó mi trayectoria deportiva en el fútbol.
¿Pero tu has jugado profesionalmente al fútbol?
No profesionalmente, pero si llegue a Regional Preferente.
¿Que deportes has practicado? ¿Cual es tu deporte favorito? El salto del tigre no es un deporte Emilio.
-Risas- El salto del tigre es mi afición principal. Empecé como te he dicho con el fútbol. Luego me pasé al frontón. Posteriormente al tenis. Y este ha sido mi deporte, en el que he tenido mis mejores éxitos, en el que más me he divertido y en el que más he sentido la competición. Es un deporte individual, y estás tu contigo mismo en los momentos más intensos. En el pádel también me divierto pero quizás en el tenis me he sentido más realizado. He competido mucho en tenis. He sido subcampeón de Málaga dos veces. Dos veces campeón de la provincia de veteranos, en más 45 y más 50 años. Otro par de subcampeonatos de Andalucía y por último subcampeón de Andalucía en más 55. También he practicado bádminton, he sido dos veces campeón de Málaga. También he practicado balonmano en la época en la que todavía no había llegado ASOBAL.
¿Y alguno lo has practicado bien?
-Risas- Silencio… Sin comentarios.
¿Como entraste a trabajar en la R.E.N.F.E.? ¿Fue vocación o solo encontraste trabajo?
Era un estudiante normalito. Había asignaturas que me gustaban pero había otras que no me entraban, no me gustaban. Vamos latín y física no las tragaba. Fui un estudiante que aprobaba por obligación. Y mi padre un día me dijo que si quería entrar en la escuela de aprendices de la R.E.N.F.E., que era una Formación Profesional, con catorce años. Ese día mi vida cambió, se convirtió en lo que ha sido hasta el día de hoy. Estuve en R.E.N.F.E. 46 años, imagínate.
Y lo de ser sindicalista en aquellos tiempos, eso si fue vocación no?
Así es, por vocación familiar. Mi padre pertenecía una organización sindical clandestina en aquel momento, y yo con catorce años, me iba con el a las reuniones secretas que se realizaban en la sacristía de la iglesia de Carranque para hablar de la situación del país. Imagínate, sindicalistas y gente con inquietudes políticas reunidos clandestinamente a principios de los setenta en la sacristía de una iglesia, más de una vez tuvimos que saltar la tapia del patio de la iglesia porque los grises venían a por nosotros. Y a partir de ahí, después de entrar en R.E.N.F.E., a los 18 años vinieron a buscarme porque querían sangre nueva en CC.OO. Y ahí empezó toda mi vocación sindical. Llegue a estar en Comité General de Empresa de R.E.N.F.E., en la Secretaría General de Málaga y a nivel provincial en la Ejecutiva Provincial.
¿Tu peor momento en la R.E.N.F.E.?
El día que me diagnosticaron el cáncer de colon. El médico me aseveró que era una enfermedad provocada por el estrés que me provocaba el tema sindical y la representación de mis compañeros. Saliendo por la puerta mi mujer me dijo, o dimites o me divorcio. Ya te puedes imaginar.
¿Y tu mejor momento?
-Sonríe- Sin duda los derechos que se consiguieron para los compañeros y para la sociedad mediante la lucha obrera. Fue una lucha encarnizada. Todavía se mantienen muchos. Hay otros que por desgracia, como pasa en este país, se pierden logros.
¿Solo has vivido en Málaga?
Cuando entré en R.E.N.F.E. me fui a Madrid. Estuve un año y algo. Mi segundo destino fue en Bobadilla. Donde estuve 5 o 6 años. Fueron unos años muy bonitos en lo personal, en el tema laboral y por las amistades. Luego llego ya mi destino aquí en Málaga, en talleres. Y mi ultimo puesto fue aquí en Málaga como operador comercial.
Pero tu tienes un pequeño paraíso al que te escapas siempre que puedes verdad
-Risas- Pues mira, yo Málaga no lo cambio por nada en el mundo. Aquí tenemos mucha calidad de vida. Pero hace quince años descubrí por casualidad Chiclana. Esa es mi inyección de desconexión, de carga de baterías y de estímulo. Mi mujer va a lo que le gusta, la playa, las zonas más vírgenes. Y yo me voy a las marismas, a andar, a escuchar música, a leer. Vengo con las pilas cargadas. ¡Dos semanas al año en Chiclana no me las quita nadie!
¿Como es eso de estar jubilado?
-Risas- Pues es una época que esperas con mucho deseo, más aún, cuando llevas trabajando desde los 14 años y más teniendo en cuenta la última etapa laboral en la que tenia mucho contacto con el público y fue bastante estresante. Había muchos compañeros que me decían que no me jubilara, que pasas a no servir de nada. Yo sin embargo he descubierto que he llegado muy bien a esta etapa, y que todavía puedo aportar cosas. Todavía puedo divertirme con mis hobbies. Estoy disfrutando mucho de mi jubilación. Juego mi pádel, tengo mis libros, mi ocio y estoy disfrutando plenamente del tiempo que antes no tenia.
¿Y que es lo primero en que piensas cuando te levantas?
-Risas- Es que no lo se. Depende del día. Ahora colaboro mucho más en casa. Estoy más tiempo. Antes con el Comité General y el tenis, el pádel, a los que jugaba mucho mas, estaba muy poco tiempo en casa. El peso de la casa y de los niños siempre lo ha llevado Ana Mari. Ella ha ejercido de madre y padre. Siempre estaré agradecido a mi mujer. También tengo mi nieta perruna que me la encasquetó el niño y que ya esta nuestra. Tengo que pasearla, cuidarla, es una más de la casa.
¿Y con tanto tiempo libre, ya sabes to el día liao no?
-Risas- No todo el que debiera. -Risas-
Y que es lo ultimo en lo que piensas cuando te vas a la cama?
Intento irme con la mente tranquila en el sentido de no haber hecho daño a nadie. Tener la conciencia tranquila. De haber intentando hacer el bien. Muchas veces la gente no me entiende. Yo no tengo dobles caras. Soy transparente. Por eso cuando hacer algún comentario negativo sobre mí, me hacen mucho daño porque yo no soy así. Yo me voy a la cama con la conciencia muy tranquila.
Bueno Emilio hablemos de pádel. Nuestra liga, ¿como la definirías?
No se cuantos años llevo en Pádel Málaga. Y quiero pensar que van a ser muchos mas. Yo la considero una gran familia en la cual nos divertimos jugando y en la que he hecho grandes amigos. Ese el mejor valor de esta liga.
¿De donde viene lo del OSO?
El Oso me lo apodaron en el tenis. Yo jugaba en el Club Tenis Torremolinos. Teníamos una estructura igual al cien por cien que Pádel Málaga. Siempre he sido una persona corpulenta, he sido de bufar, de hacer muchos aspavientos en la pista, pero luego por el contrario, cuando me conocían fuera era mimoso, tierno, muy querido. Por esto me pusieron El Oso. Bueno era y soy muy querido. -Risas-
¿Tu pareja preferida dentro del Ranking?
He tenido muchas etapas aquí el Pádel Málaga. Mi primera pareja fue El Velcro, mi querido Paco Sánchez “Er Patxi”, con el que he echado muy buenos años. Luego por circunstancias cambié a Carlos Montañez y posteriormente ya de últimas con Juan Recio.
Pero tienes que elegir a tu pareja preferida
Yo con Wanillo juego muy bien, me siento muy cómodo. Pero eso no significa que sea mi pareja preferida, porque hay otros con los que juego muy bien.
¿Y el compañero con el que peor te entiendes? Hay que decir nombres
Joé tío. Con la Pantera, con Javi. -Risas-
Ya sabes cual es la siguiente… ¿Quien es el rival que más temes?
No temo a nadie sinceramente. Yo un partido que adoro es el que llamamos el clásico, está tan igualado que llevamos un año jugándonos una comida. Sabes como empieza pero no como termina.
¿Cortijo o Chaletazzo?
Yo… -Risas– ¡¡¡Chaletazzo!!!
¿Recuerdas un partido en especial en el Ranking? Por lo bueno o por lo malo
El primer partido que jugué en el Ranking, entré en sexta. Mi compañero era un tal Ivo, que medía casi dos metros. Llevaba dos años y no había ganado ni un partido. Yo no conocía a nadie en la liga, pero mira por donde en la pareja contraria viene de sustituto de uno “la viea del visillo” que jugaba en tercera. Pues ganamos el partido e Ivo vino hacia mi gritándome ¡he ganado mi primer partido! -Risas- Me marcó porque hacer feliz a este hombre fue una gran satisfacción.
¿Cual es tu mayor virtud según tu en una pista?
La constancia.
¿Y tu mayor defecto?
La intensidad, en el sentido de vivirlo intensamente. Esas demostraciones que hago sin darme cuenta.
¿Que significa un bufido tuyo?
El bufido puede ser de satisfacción o bien de desahogo. La mayor parte son de desahogo, que me sale de manera inconsciente. Eso es un gran defecto que además no he podido corregir. Entiendo que a mis compañeros les puede afectar en la pista. Pero como te digo, es inconsciente.
Voy a decirte varios nombres de compañeros del CLUB PÁDEL MÁLAGA y tu me contestas con una palabra que la defina.
ANTONIO – Cortijo
PATXI – Velcro
ORTIZ – Competitivo
WANILLO – Máquina
BÉTICO – Chillona
ÁLVAREZ – Pisha
ROJAS – Clase
RECIO – Impertérrito
¿Alguno que quieras definir más?
A ti, -Risas-
TELACUELO – Buena gente
-Risas-
¿Que te gusta más de Pádel Málaga?
La estructura.
¿Que cambiarías del Club?
El club lleva muchos años. Ha crecido mucho. Hemos incorporado el Ranking femenino, la S.N.P., ahora los veteranos. Pues bien como sugerencia, lo que echo en falta es una mayor participación de todos los miembros del Ranking en la toma de algunas decisiones. Se podrían hacer algunas reuniones para llevar determinadas cuestiones para ser consensuadas por todos. Es decir propuestas, debatidas y votadas por todos. Así las cortijadas, no lo serían, serían propuestas por todos, debatidas por todos y decididas por todos. Pero como te digo, más bien como una sugerencia.
Después de todo lo que hemos vivido con esto de la pandemia, ¿crees que ha cambiado algo tu forma de pensar?
El que diga que no ha cambiado nada, tiene que ser una persona sin sentimientos. Nuestra vida ha cambiado todo. Tenemos que aprender a vivir con el bicho este. Ha cambiado mucho mi vida. Lo mismo que cuando pase el cáncer, un antes y un después.
¿Que es para ti CLUB PÁDEL MÁLAGA?
Para mi Club Pádel Málaga, es poder disfrutar del deporte. Poder tener amigos de verdad. Convivir con gente que piensa deportivamente igual que yo. En definitiva, pasarlo bien.
Pues hasta aquí la entrevista, gracias Emilio, ¿esta bola ha entrado?
Yo creo… -Risas- ¡Yo tiraría dos!
Pepe Pacheco Muñoz, “Telacuelo”
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